Tuesday, March 13, 2012

Arruinada



Y ahora estoy llorando. porque por más que quieraolvidarte, no puedo. Me arruinaste. Venía tan feliz, todo venía tan bien… y vosllegaste una noche y me arruinaste. Sólo te pido un poquito nomás. Una sonrisa,una mirada, algo tonto. No soy lo que querés, y ya estoy acostumbrada a ser esachica que ningún chico quiere de verdad, por eso no te culpo. Sólo te pido unpoquito, y así como te lo pido, estoy abandonando la poca dignidad que tengo. Nosoy nadie, y ahora capaz que sea menos de lo que era antes. Quedé como unaidiota, y sin embargo, te sigo esperando. Y se que voy a esperar por muchotiempo y nunca vas a llegar, porque no querés venir y porque eso es lo que metoca siempre: esperar. Me consuelo pensando que las cosas buenas llegan paraaquellos que se toman el tiempo de esperarlas, pero ya esperé mucho, y nunca mellegó nada. Siempre vuelvo a lo mismo, siempre termino escuchando las mismascanciones y escribiendo los mismo poemas. Siempre termino en las mismas charlascon las mismas personas. Siempre vuelvo a los mismos lugares e intento rezarlas mismas oraciones. Todo para sentirme mejor y así seguir esperando. Peronunca, nunca vas a llegar. No importa que escuche, o que diga, o que escriba, oque me aconsejen, sé que nunca vas a llegar. Una parte grande de mi lo sabe yve la realidad de que no sos para mi. Esa parte ve las señales de la vida y seda cuenta que sos uno mas de esos amores no correspondidos que me tocaron. Perola otra parte no se quiere rendir, no quiere dejar de esperar. Y tiene esa necesidadgigante de gritar y decirte lo mucho que te necesita sin siquiera conocerte. Esapequeña parte de mi va a seguir teniendo la fe de que a lo mejor, quién sabe, alo mejor si vas a venir. Pero esperarte a vos es como esperar a la lluvia en undesierto, en una sequía. Es imposible, es una ilusión. Por mas que reze, yescriba, y cante, y grite, y llore, y diga lo que tenga que decir, no teimporto. Siento que es mi culpa, que no fuí suficiente. Que hice algo mal. Mesiento inferior a todas. y mas allá de la humillación, por algo sigo acaesperando. Por algo estoy ahora llorando pidiendo a gritos que vengas. Que medes una sonrisa, que me mires con esos ojos. Me da miedo verte, me da vergüenzaporque nose que pensás de mi, y al mismo tiempo, es lo que más quiero. Y meodio, me odio por sufrir asi por alguien que no conozco. Me odio porque llorotodos los días porque una vez más no viniste. Porque pensar que tal vez algopueda llegar a pasar es lo que me hace levantar todas las mañanas y poner unasonrisa en mi cara. después el día terminó, vuelvo a mi casa, y me acuestodesilucionada. Y mientras tanto lloro, porque es el último recurso que unotiene para expresar desilución. Uno llora cuando ya sabe que todo terminó, queya no hay chances, no hay fé. Y por eso lloro, porque ya hice todo lo que pude.Todo me salió mal, todo me jugó en contra. Y vos seguro ya te olvidaste, pasaspor al lado mio como si no supieras quien soy. Y en realidad es asi, no sabesquien soy, sólo fui una más de esas con las que estás los viernes a la noche,de esas a las que acurrís cuando estás aburrido, cuando no encontrás nadamejor. Ser una mas, duele. Y en tan poquito tiempo, pudiste arruinarme. Es tristever como mientras yo no moví ni una hoja de tu mundo, vos al mismo tiempo movistemi mundo entero. Y cada vez q te veo lo haces de nuevo, porque una vez más esapequeña esperanza vuelve. Y no entiendo porque pienso que hay esperanzas, si lavida me dice a gritos que no, que no las hay. Ya no quedan formas de que memuestren que NADA va a pasar, pero sin embargo yo sigo creyendo, sigo teniendofé. Es que no hay nada más dificil que renunciar a algo cuando en el fondo sabésque es lo que más querés en este momento. algún día te voy a olvidar, lo sé. Puedeser mañana como puede ser en un año, pero eventualmente el olvido llega. Enrealidad el olvido no existe, uno solo aprende a vivír sin eso que tanto quierey no puede tener. El punto es que se que ese día en que ya no signifiques nadava a llegar en algún momento. Pero mientras tanto, sigo aca, llorando, pensadoen todas las cosas que hubiera cambiado en las últimas semanas. Pero ahí escuando me doy cuenta que no importa que hice, ni que hiciste. Algunas cosasestán destinadas a pasar mientras que otras no, y esto que nunca tuvimos, talvez no era parte de mi destino. Fue algo que se cruzó por accidente, unacoincidencia de que yo vea tu foto de perfíl y enamorarme al instante, y quedespués vos y yo, los dos, estemos en el mismo lugar a la misma hora. Dosveces. Por más de que el destino sea mi religión, no quiero pensar que estabadestinada a ser arruinada de nuevo, porque no tiene sentido. No tiene sentidopensar que esta historia que nunca pasó iba a terminar así sin siquiera haberempezado. Y la idea del destino es que a la larga todo tiene sentido. Tal vezme esté apresurando y sea muy temprano para conectar los puntos dispersados. Peroes imposible no intentar buscar una razón a todo esto en el medio de latormenta. Quiero poder pensar que vale la pena seguir esperando, que todo tieneun significado. Quiero poder creer en ese "todo pasa por algo" ydarle para adelante. Derrochar lagrimas en vano no es mi actividad favorita yahora siento que es lo único que estoy haciendo. Y mientras más lloro, máspienso, más escribo, y más pasa el tiempo, sé que menos te tengo, algo que essubjetivo, ya que por lo que se te tuve sólo una vez por 40 minutos, que fueronlos mejores 40 minutos en mucho tiempo. En esos 40 minutos, que si mal norecuerdo, me abrasaste fuerte y me hiciste sentír felíz, como que al fín se medaba, ahí fue donde me arruinaste. Yo no debería haberte dicho que si, nodebería haber sido débil. Me olvidé de mi y de lo único que me pude acordar fuede vos y de esos ojos. Y sabés que es lo más triste? Nunca más me vas a dar unos40 minutos así, pero en el mínimo de los casos que lo hagas, así sean 5minutos, sé que voy a ser débil de nuevo. Y sé que te voy a ver dandole minutosa otras muchas veces, y que por cada minuto van a haber 100 lagrimas mías,escondida para que nadie vea el derroche de honor y dignidad que le hago a mipersona. 
Ya creo que no queda nada por decír. Con el paso delos años y las diferentes experiencias vividas aprendí a siempre mostrar unasonrisa, pero hay veces que directamente no hay ganas. Hay veces que es másfácil y más lindo largar todo y estár mal, porque es lo que mi interior pide.  La tristeza puede ser algo hermoso si uno sabecomo manejarla. Si estoy mal en el fondo, por mas sonrisa que muestre, lascosas van a seguir igual. No es cuestión de actitud, es cuestión de llorar esefamoso rio, para así poder construir el puente, y al fín ser capáz de cruzarlode una vez por todas.